Colombia haciendo valer su condición de local y siendo fiel al calificativo de favorito, se alzó con el título del campeonato de Boliche de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, finalizado este jueves en Cali, subsede de Barranquilla 2018.
Colgarse cinco medallas de oro de diez que se jugaron en el torneo, dos de plata y una de bronce, le permitió a los anfitriones celebrar ruidosamente ante el público caleño el título alcanzado, imponiendo su categoría en las modalidades sencillos hombres, tríos ambas ramas, duplas femenino y maestras.
Los colombianos tuvieron además, la alegría de ver a dos de sus connacionales, Juliana Franco y Rocío Restrepo disputar la medalla de oro en la modalidad Maestras, galardón final en poder de Restrepo, la mejor jugadora del campeonato, al sumar dos medallas de oro una de plata y una de bronce.
Rocío Restrepo fue la principal referente de Colombia con dos medallas de oro en dobles y la final de maestros femenina. La bolichera ibaguereña sumó a su palmarés otra medalla de plata en la competencia de quintas.
La restantes medallas de oro de la selección Colombia fueron logradas por Oscar Rodríguez en individual masculino, Dobles femenino con Rocío Restrepo y Clara Juliana Guerrero; ternas femenina con Laura Plazas, Angie Ramírez y María José Rodríguez; así como en terna masculina con Andrés Gómez, Manuel Otálora y Oscar Rodríguez.
Venezuela, con la impecable actuación de su experimentado jugador Luís Rovaina quien marcó un alto nivel de juego durante todo el torneo y ganó las dos medallas de oro de su país fue segundo en el colofón del campeonato, con dos doradas y el mismo número de bronce.
Puerto Rico que llegó a los juegos con un fuerte equipo de bolicheros, siendo el país que más jugadores clasificó a los cuartos de final en la modalidad Maestros, termino siendo tercero en la clasificación general , con una medalla de oro y tres de plata.
El torneo de bolos de los Juegos Centroamericanos en Cali se destacó por los altos promedios exhibidos, 225 entre las damas y 230 los hombres posibilitados por la característica del aceitado utilizado en las pistas “Montreal 41 pies”. El clima cálido de la ciudad jugó en línea con las pistas, ya que permitió mayor velocidad de la bola y una mejor reacción al llegar a los pines.
Otro aspecto sobresaliente del certamen fue el notable volumen de jugadores de primer nivel de la región que participaron; pero además la impecable organización y gran concentración del público. Así lo manifestó al finalizar el torneo el presidente de la Confederación Panamericana de Bowling, el costarricense Martín Faba.